martes, 15 de septiembre de 2009

Sarabanda, presentación de Händel

La Música es algo demasiado extenso y fundamental como para intentar abarcarla desde un principio a un fin sin perder el completo control y atención sobre ella. Por tanto, mi método es ir extrayendo pequeñas obras, compositores o momentos de esta gran Historia, que nos ayuden a comprender mejor algunos aspectos de este arte. Bueno.


Ya sabiendo cómo funciona esto, comprenderéis que necesito obras concretas para ir destripando la época a la que pertenece. El otro día, mientras revisaba la película Barry Lyndon, obra maestra donde las haya, me vi, una vez más, capturado por su banda sonora. Un tema recurrente en ella es la Sarabanda en re menor de G. F. Haendel (¡tranquilos! ¡no os vayáis! Ahora explico quién es.), que yo recuerdo con especial cariño por haberme pasado cerca de cinco meses intentando tocarla como “líder” del cuarteto de cuerda más aburrido, ignorante y penoso del mundo. Saludos para “ellas” si me leen (que como no lo harán, pues…)

El momento era álgido: 1685; el Barroco, en toda su extensión, parecía incapaz de extinguirse, y los modelos y formas artísticas de dicho período continuaban aún vigentes. 1685 fue un año fatídico donde los haya, en él nacieron tres de los más grandes compositores de todos los tiempos, Scarlatti, Bach (al que dedicaremos, otra, otras mil y otro millón de entradas), y… Händel.

Jorge Federico Händel nació en Alemania, hijo de médico, y era tal el empeño que su padre tenía en que el muchacho estudiara algo “de provecho” que el pobre tenía que estudiar la música, su gran afición, en secreto. Al final esta historia tuvo un final feliz, su padre accedió a pagarle los estudios musicales y el niño, más contento que unas pascuas, se puso al servicio del organista de su ciudad natal, Halle (un organista, figura tan recurrente en el Barroco, era un músico que tocaba el órgano. Los organistas eran muy demandados incluso en los pueblos pequeños, pues acompañaban con su instrumento las ceremonias religiosas. Por ejemplo, Bach fue siempre organista de su pequeño pueblo, a pesar de ser uno de los más grandes músicos de todos los tiempos). A los 17 años ya era un organista reconocido, pero que aspiraba a más. De modo que, en 1703, Händel viajó a Hamburgo, donde perfeccionó su interpretación de violín y clave (Se dedicará una entrada a este instrumento, una, o las que vengan). En 1705, Händel ya era un compositor, pues estrenó con la orquesta de la ópera de la ciudad sus obras Almira y Nero. Esto es importante: este autor sobre todo compuso óperas u obras vocales, se conservan de él unas ¡42! óperas.

A partir de 1706 y hasta 1710, Händel viajó por Italia (benditas becas, que sí, existían en aquellos tiempos) y, ¡ah! Inglaterra. Su estancia en Italia le sirvió para empaparse del estilo operístico italiano, mientras que su estancia en Inglaterra… la mantuvo de por vida.

Los ingleses adoraban al compositor.

En la época, los músicos, si querían sobrevivir, debían ponerse al servicio de un rey o mecenas noble, que eran los grandes aficionados a la música del momento. Pensemos que, en la época, un concierto de Vivaldi, o de Bach, o una ópera de Rameau, que hoy nos parecen tan aburridas, eran como hoy en día una actuación de Bruce Springsteen. Se movían auténticos dinerales por organizar todos estos eventos, de modo que los músicos que se “vendieran” a los reyes y gente de fortuna, podían vivir regaladamente.

Pero hubo unos pocos precursores, transgresores, y mucho más humanos compositores del pueblo y para el pueblo, y tal vez Händel fuera el primero de ellos. Sus obras tenían tanto éxito en Inglaterra que se afincó allí en 1712, y fue el propio rey el que tuvo que ponerse en contacto con él, y no a la inversa. Jorge I, ese era el rey, le convirtió en uno de los hombres más importantes del Reino Unido, y, antes de morir, le concedió la nacionalidad británica vitalicia. ¿Que qué obras compuestas para la realeza podemos destacar? Sin duda la “Real música para los fuegos artificiales” y la “Música acuática”, de las que puede que ya habréis oído hablar. ¿No? Tranquilos, les dedicaremos un espacio más adelante. Sus obras y “montajes” concertales requerían cientos de músicos e instrumentos, docenas de cantantes, incluso a veces varios órganos, para acompañarlas. Si alguien ha puesto el calificativo “grande” en la Música, ése ha sido Händel.

Sus últimos años nos dieron una de sus obras más representativas: “El Mesías”, un oratorio (es decir, una obra cantada de larga duración, y que implica el uso de grandes coros) que recorre la vida de Jesucristo. En 1751, Händel perdió la vista. Ocho años más tarde, ciego y muy enfermo, se desmayó al terminar de dirigir “El Mesías”. Llevado a casa todo lo rápido que el carruaje de caballos, se le acostó en la cama, en la que pronunció su último deseo: “quisiera morir en Viernes Santo.”

Jamás volvió a levantarse. Fue enterrado con todos los honores en la Abadía de Westminster, donde sólo reposan los grandes hombres de Inglaterra, en una fecha irónicamente cercana a su deseo: el 14 de abril de 1759, Sábado Santo.

Esta sarabanda, en re menor, constituye, por su sencillez y profundidad, una de las obras más emotivas del compositor. ¿Podréis llamaros seres humanos si algo así no os emociona? Por favor, contádmelo si lo conseguís. A decir verdad, en realidad esto era sólo una excusa para introducir “subrepticiamente” a Händel, que va a dar muchísimo de qué hablar, y la sarabanda, que nos introducirá en el mundo de la suite barroca. Espero que estéis cómodos.



Esta obra yo la incluiría en el top ten de las más versionadas de la historia de la música. A pesar de ello, hay pocas versiones aceptables en la web. Una de las mejores que podemos encontrar, si no la mejor, es la grabada por la London Simphonic Orchestra para la B.S.O. de la película “Barry Lyndon”. Seguroque vosotros encontraréis otras versiones.









«Händel es el compositor más grande que ha existido jamás, me descubro ante él y me arrodillaría ante su tumba.»
Beethoven.

3 comentarios:

  1. Hilarious, actually... XD Mission accomplished, I read it and I learned from it. Next! ^^

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  2. ¿Hilarious? No lo pillo...Pensé que debía ser grave y serio.

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